Recomendaciones en Serie - Dexter.

En esta entrada os hablaré de esta gran serie. Supongo que muchos por estos lares habréis visto ya al menos un capítulo de esta peculiar producción, y sino, ahora os daré algunas razones por las que deberíais darle una pequeña oportunidad a esta serie.

Con esta entrada magistral comienza la serie las 8 temporadas. Acabaréis amándola u odiándola, pero no podréis obviar que en dos minutos ha captado la esencia del personaje sin casi mostrarlo.

(pausad la música antes de darle a play o haréis dubstep sin quererlo ni beberlo)

No voy a hablaros de la fotografía ni de cosas así, porque aunque quedaría muy hipster, no me parece tan importante como hablaros de la gran trama que se oculta tras el nombre, que aparentemente no dice nada. Aunque os aviso de que las siguientes series que trataré serán series con sólo un nombre propio –atad cabos- ya que son las que últimamente me están pareciendo más interesantes.

Volviendo al lío, soy una gran fan de seguir estas series, y no sólo las que se hayan coronado ellas solas, si no las que parece que pasan desapercibidas en general, pero te acaban por sorprender, creo firmemente que Dexter es una de ellas.

No sé cuantos de vosotros la habréis visto, pero para los que no, os pongo en situación:

No este este Dexter,
 pero reconozco que hay similitudes.
Son pelirrojos, empollones y
 tienen una hermana
que les fastidia los experimentos.

La trama se desarrolla en Miami, dónde un aparentemente normal forense reside, trabajando para la policía metropolitana de la ciudad. Hasta aquí nos quedamos pensando “¿Otro CSI Miami? ¿Y sin Horatio? ¿Qué basurilla es esta? Miami era naranja antes, nadie lleva gafas de sol. Qué bazofia” hasta que cinco minutos después de haber empezado el primer capítulo te das cuenta de que hay algo más detrás de esta serie, algo que no se molestan en ocultar en ningún momento, ya que es el punto de interés de esta producción, lo que la diferencia de las demás series policíacas: Dexter, el protagonista, es un asesino en serie.

Y con esa premisa viviremos su día a día como psicópata, viendo cual es el perfil de la gente a la que asesina, y el porqué de todos sus movimientos, que cómo veréis siguen un código estricto. Pero no sólo veremos la parte macabra de la historia, si no que podremos ver su relación con su entorno, con sus compañeros de trabajo, y sobre todo, con su hermana Debra, quien es policía de Miami.

Supongo que ya no estaréis pensando qué tiene de especial, porque han dejado las cartas sobre la mesa en el minuto uno. Acostumbrados a las series de héroes, esta serie nos deja con el culete torcido, pensando “¡Pero y ahora con quién tengo que ir! ¿Con la poli o con el prota?”

Es una serie que nos plantea un dilema moral bastante evidente. Dexter mata sólo a gente culpable -asesinos, violadores, pederastas, etc.-, y en el primer episodio vemos al tipo de gente que se dedica a cazar. Personalmente, la duda de quién va a caerte mejor durante las 8 temporadas, parece esfumarse, y empiezas a sentir que en tu mente se suceden frases tipo “Dexter cuidado, ¡detrás de ti!”, y ahí empiezas a plantearte la situación. Ahora resulta que no quieres que pillen a un asesino, pero cuando veías esas pelis en las que nadie remataba al malo pensabas “¡Pero asegurate!, ¡A lo mejor sigue vivo!”, ¿Entonces qué pasa? ¿Hay que matar o no matar al asesino? ¡Aclárate!

Hay veces en las que parece que le preocupan cosas.
          No suele pasar de manera tan evidente.
Quedaos con esta imagen.

Quizá si eres asiduo a este tipo de producciones y has visto películas del estilo, no te parezca algo sorprendente, pero ¡ojo! Hay un momento de la serie en que estás encantado con Dexter y confraternizas con él pensando “Dexter, tío, este tiene que morir”  o ves las noticias en tu ciudad y piensas “Tendría que venir Dexter” y ya no te sientes culpable por ello. ¿Sabes lo que implica eso psicológicamente? Pues muchas cosas que, como no soy psicóloga, no puedo explicar, pero que Freud apuntaría maniáticamente en su libreta con una risa maligna.

Sí amigos, ese es el efecto de Dexter, es la magia de la serie, son 8 temporadas de “Mierd* Dexter, jod*r, no dejes que te pillen”, e incluso en las que sientes que estás en el bando del asesino bueno (¿Eso existe? ¡Ajá! ¡Esa es la cuestión!)

Pequeño resumen de una conversación normal con Debra Morgan.
Un personajazo, personalmente me encanta.

No quiero hablaros más acerca de las maravillas que hace esta serie en cada temporada, porque las cuatro primeras son para enmarcar, las sucesivas son raras, pero tampoco dejan indiferente. Cuando acabas la serie tienes la sensación de conocer tanto o mejor a Dexter que a ti mismo, porque él se encarga de narrar sus propios pensamientos acerca de lo que le ocurre, y puedes apreciar los diálogos de su conciencia. Algo que te ayuda a comprender cómo de compleja es la mente de un asesino, y que factores influyen en sus decisiones y en su día a día. Podemos ver su humanización o deshumanización en cada diálogo, que personalmente creo, que suelen estar llevados con una genialidad que engancha.

No sé qué diría un psicólogo especializado, pero sí sé que si veis la serie, querréis un Dexter en vuestra ciudad, porque a pesar de ser un psicópata, se hace de querer. Y si vuestra moral no os lo permite… siempre podréis disfrutar con los momentos de “Sorpresa, hijo de p*ta”, en los que sufriréis tanto los que adoréis al protagonista, como los que no.

Un día normal en el trabajo de Dexter. -No es coña.-
Michael C. Hall, probablemente en el mejor papel
que ha hecho hasta la fecha.

Los actores personalmente creo que hacen un trabajo excelente. Michael C. Hall, quien encarna a Dexter, y quien quizá hayáis visto en Six Feet Under anteriormente, hace un papel brutal. Increíble, un Dexter que llega a resultarnos real en todos los aspectos, y una actuación que de verdad, llega a conmover en algunos momentos. 

La serie cuenta con colaboraciones magistrales en alguna temporada, que no quiero spoilear, pero Trinity y el Asesino del hielo... van a haceros mantequilla. 

Ahí os lo dejo. Espero que os animéis a darle una oportunidad, porque la merece.